«Algunas
campañas internacionales han conseguido corregir situaciones en las que se violaban derechos de sindicación, incluyendo el despido de militantes sindicales, limitaciones o proscripciones de sindicatos, por ejemplo, mediante la imposición de exigencias excesivas para el registro u otras restricciones, así como la represión de huelgas. […]
No todas las
campañas internacionales son mundiales. Pueden implicar solamente a dos o tres países o a una región. No todas las campañas deben ser complejas. Algunas campañas muy eficaces solamente implicaron una moderada utilización de tiempo y recursos, particularmente cuando los vínculos sindicales internacionales son más firmes y la solidaridad internacional se integra más en la actividad sindical habitual».
(Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL),
Una guía sindical sobre la mundialización, 2004, consultado el 04-10-2010)