«El objetivo central y genérico de los procesos de
integración económica, es el (sic) formalizar los privilegios entre varios países que les permitan obtener ventajas comparativas y competitivas en el comercio mundial. De manera específica este objetivo puede presentarse por medio de compromisos específicos, tales como: aumento de importaciones o exportaciones de ciertos productos, reglas especiales para la inversión extranjera, facilidades para la instalación de empresas, actualización de las reglas para la protección del patrimonio de las empresas, etc. Pero estos procesos no son únicos ni homogéneos, en muchos casos se han iniciado con una zona de libre comercio para luego avanzar hacia un mercado común y en algunos casos, hasta convertirse en una unión monetaria y política».
(Organización Internacional del Trabajo (OIT),
Globalización, libre comercio, integración subregional y relaciones laborales: Ensayos, 2006, consultado el 14-07-2010)
Evolución
«La
integración económica mundial quizás ha sido una aspiración existente desde la creación del género humano. En la antigüedad el emperador egipcio Snefru (2.900 A.C.) al desarrollar minas de cobre en Sinaí, hace crecer el comercio marítimo por medio del uso de grandes barcos. En el 2.750 A.C., los fenicios irrumpen con gran poder en el comercio marítimo. Los "Marco Polo" y los corsarios del siglo XVI constituyen los primeros intentos globales por vincular económicamente al mundo».
(González, R.,
Las estructuras y las transformaciones del sistema internacional, Universidad de Chile, 2007, consultado el 19-06-2009)
«El interés por incluir la temática laboral dentro del marco de un proceso de
integración económica es mucho más reciente, ya que recién aparece con el Tratado de Roma, en 1957, en virtud del cual se reconoció competencia a la Comunidad Europea con objeto de adoptar directivas para la aproximación de las disposiciones legales, reglamentarias y administrativas de los Estados miembros que incidan directamente en el establecimiento o funcionamiento del mercado común».
(Organización Internacional del Trabajo (OIT),
Globalización, libre comercio, integración subregional y relaciones laborales: Ensayos, 2006, consultado el 14-07-2010)
«En los años ‘80, la
integración económica más sólida era la de los países de la OCDE. Había flujos importantes de capital entre las fronteras nacionales, bajo la tutela de la mundialización financiera».
(Coutinho, L.,
La superación de las crisis nacidas del "Consenso de Washington": Lecciones de la República de Corea y Brasil,
Revista Internacional de Ciencias Sociales, Unesco, no. 166, 2000, consultado el 14-07-2010)
«El mundo en que vivimos – un mundo de creciente
integración económica, ciclos de desarrollo que se amplían y una prosperidad sin precedentes- es en muchos aspectos la culminación de una idea surgida de la destrucción causada por la Segunda Guerra Mundial. Sin duda existen todavía desigualdades y pobreza a una escala inaceptablemente grande. Pero a lo largo de los 50 últimos años el comercio ha sido un potente motor del crecimiento».
(Organización Mundial del Comercio (OMC),
La visión y la realidad: los cincuenta años del sistema multilateral de Comercio, 1998, consultado el 14-07-2010)
Los niveles de integración económica
«El esquema clásico de la
integración económica ordena los acuerdos según la profundidad de la integración alcanzada, según un rango que comienza por las áreas de preferencias comerciales, continúa con las áreas de libre comercio, las uniones aduaneras, los mercados comunes, las uniones económicas y las uniones económicas y monetarias, para finalmente llegar a las situaciones de
integración económica total. […]
En las áreas de preferencia comercial los países participantes reducen los aranceles a su comercio recíproco, manteniendo cada uno su autonomía en el establecimiento de aranceles para su comercio con terceros países. En las áreas de libre comercio los países eliminan aranceles al comercio recíproco pero mantienen la autonomía de su política comercial con terceros países. […]
Las uniones aduaneras eliminan aranceles al comercio entre los países miembros y aplican una política comercial común frente a terceros países. El mercado común busca adicionalmente remover las restricciones a la movilidad de factores (capital, trabajo) entre sus países miembros, así como liberalizar el comercio de bienes y servicios. En una unión económica, los miembros persiguen algún grado de armonización de sus políticas económicas nacionales con el propósito de eliminar discriminaciones debidas a diferencias en esas políticas. La unión monetaria agrega la adopción de moneda única y política monetaria común, mientras que la
integración económica total involucra la unificación de las políticas monetarias, fiscales y sociales bajo los auspicios de una autoridad supranacional».
(Matthews, A.,
Integración regional y seguridad alimentaria en países en desarrollo, Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), 2003, consultado el 18-06-2009)
La fase de integración superficial y la integración profunda
«La llamada "fase de integración superficial" […] se refiere a aquella etapa inicial del proceso en la cual el comercio, fundamentalmente de bienes, jugaba el rol central [según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, CEPAL]. La "integración profunda", se caracteriza porque los flujos de comercio entre los países se complejizan, incorporándose el intercambio de servicios, bienes de capital y tecnologías; además, adquieren una creciente importancia los flujos de capital, tanto financieros como de riesgo».
(Agencia de Cooperación Internacional de Chile (AGCI),
Cooperación económica, 1999, consultado el 14-07-2010)
Es normal distinguir la integración liderada por el mercado (una integración espontánea sin implicación formal de los gobiernos) y la integración liderada por políticas (una integración donde intervienen los marcos intergubernamentales).
Debate
«La
integración económica internacional no ha producido todavía el crecimiento y las inversiones sostenibles requeridas para ofrecer a las trabajadoras y [a] los trabajadores la oportunidad justa de obtener un trabajo decente».
(Somavia, J.,
7ª Reunión Regional Europea, Organización Internacional del Trabajo (OIT), 2005, consultado el 14-07-2010)