«Los
programas de Comercio Justo abren espacios en los crecientes mercados solidarios, sobre todo de los países desarrollados, a los productos que bajo ciertas condiciones generan los pequeños productores. Esos programas, entre otras cosas, aseguran un precio mínimo que debe ser pagado al pequeño productor por su producto y/o incluyen un sobreprecio para inversiones sociales en las comunidades de los productores. También buscan crear relaciones comerciales estables entre los productores y los importadores. En este caso se busca facilitar los cambios y ajustes que deben realizar los pequeños productores para cumplir los requisitos de los
programas de Comercio Justo, así como cubrir los respectivos costos de la certificación inicial».
(Consejo Agropecuario Centroamericano,
Política agrícola centroamericana 2008-2017: una agricultura competitiva e integrada para un mundo global, San José, Costa Rica, 2007, consultado el 10-08-2009)