«En los países industrializados, sobre todo en Europa oriental, la creciente competencia procedente de países con mano de obra barata llevó a la introducción de cambios en las pautas de empleo. En concreto, los trabajos no calificados característicos de las industrias de prendas de vestir y textiles se vieron muy afectados por la necesidad de reducir la importancia de los costos de la mano de obra en los costos de producción».
(Organización Internacional del Trabajo (OIT),
Prácticas laborales de las industrias del calzado, el cuero, los textiles y el vestido, 2000, consultado el 09-10-2008)