El por qué de las ZFE
«Las
zonas francas de exportación han existido a nivel mundial desde hace mucho tiempo; puede decirse que fueron utilizadas a finales de la Edad Media y durante la Edad Moderna por las ciudades hanseáticas. El primer puerto franco que funcionó fue el de Liborio en 1547, Marsella en 1669, Gibraltar en 1704, Singapur en 1819 y Hong Kong en 1842. No obstante, existe alguna referencia de que los Fenicios, los Cartagineses y los Romanos, utilizaron un mecanismo similar a las zonas francas como centros logísticos de carga y descarga de productos con fines militares. Después de la Segunda Guerra Mundial las zonas francas lograron un rápido desarrollo, en especial durante los últimos años de la década de los setentas y toda la década de los ochentas. La primera zona franca "moderna", con las características que actualmente reconocemos en ellas, nació en Irlanda, cerca del aeropuerto de Shannon y ya para finales de 1960 existían otros desarrollos similares, aparte de los europeos, en Asia y América Latina.
Las zonas francas no son instrumentos que sean característicos o se utilicen solamente en países desarrollados o en vías de desarrollo, como tampoco es patrimonio de los países en que impere la economía planificada, el libre mercado o sistemas mixtos. Podemos mencionar que en Estados Unidos, con una legislación de 1934, están actualmente operando más de 260 zonas francas. En la República Popular China existen más de 45 zonas francas o zonas económicas especiales en áreas costeras al sur del país».
(Comité de Zonas Francas de las Américas,
Una óptica diferente sobre condiciones laborales en las zonas francas de América Latina, 2006, consultado el 22-06-2009)
Zonas francas de exportación en América Latina y el Caribe
«El régimen de
zona franca de exportación (
ZFE) fue concebido como un instrumento para promover la inserción de los países de América Latina y el Caribe en la economía internacional ante la presencia de un fuerte sesgo anti-exportador. A pesar de ciertas críticas, algunas bien fundadas, las
ZFE han cumplido un papel importante en la promoción y diversificación de las exportaciones, la atracción de inversión extranjera y la generación de empleo en muchos países de América Latina y el Caribe. Este impacto positivo es bastante visible sobre todo en los países
geográficamente más cercanos a los mercados de consumo masivo.
Las obligaciones comerciales multilaterales y regionales adquiridas recientemente por muchos países en América Latina y el Caribe (ALC) eliminan los principales incentivos otorgados por las
ZFE y acentúan su carácter transitorio. Ante este panorama, es probable que las
ZFEs pierdan alguna relevancia en el largo plazo. No obstante lo anterior, su efectividad no está agotada todavía, pero los países deben urgentemente mejorarlas a través de la implementación de incentivos suaves e infraestructurales que les permita continuar atrayendo inversión. Aún tomando en cuenta lo anterior, los gobiernos no deben creer que al hacer esto pueden desentenderse del resto de la economía como plataforma de exportación. Por el contrario, este análisis sugiere que es esencial atender las necesidades de infraestructura y entorno de negocios de todo el país».
(Granados, J.,
Las zonas francas de exportación en América Latina y el Caribe: sus desafíos en un mundo globalizado,
Integración & comercio,, no. 23, 2005, consultado el 22-06-2009)
A pesar de que las
zonas francas de exportación fueron ideadas como una forma de integrar los países del Tercer Mundo a la economía internacional y a sus beneficios, en realidad lo que se ha conseguido es algún beneficio a corto plazo para quienes trabajan ahí, ya que muchas veces emplean a personas que, de otra forma, no tendrían trabajo a su alcance, como suelen ser los jóvenes sin preparación y las mujeres sin educación. En la práctica muchas de estas zonas funcionan como centros de explotación de los trabajadores y según diferentes entidades encargadas de velar por el bienestar de los obreros, en estas
ZFE los trabajadores tienen que ocuparse durante largas horas laborales en las que se encuentran en un lugar que generalmente no es salubre ni seguro. Por otra parte, los contratos laborales no son muy usados en las
ZFE, puesto que generalmente se paga por horas y no se contempla que el trabajador adquiera destrezas que después resulten útiles; y de esta forma, se crea una suerte de mano de obra cautiva en estas zonas que depende en gran medida de las industrias que se aprovechan del régimen de la
zona franca de exportación.