«La
mano de obra migrante ha pasado a ser un elemento esencial para atender las necesidades en el mercado de trabajo y en términos de productividad. La globalización de la economía y los cambios tecnológicos y demográficos han contribuido a incrementar la demanda de
mano de obra migrante de muchos países industrializados y de países en desarrollo. La OIT estima que en todo el mundo hay casi 90 millones de extranjeros económicamente activos 46, que representan casi la mitad del total de 191 millones de personas que en 2005 vivían fuera de su país de nacimiento o de ciudadanía. En Europa Occidental los nacidos en el extranjero representan un 10 por ciento de la mano de obra. Esta proporción es en cambio más elevada en varios países de otras regiones. En algunos países del Consejo de Cooperación del Golfo, entre el 50 y el 80 por ciento de la mano de obra son trabajadores migrantes».
(Organización Internacional del Trabajo (OIT),
La libertad de asociación y la libertad sindical en la práctica: lecciones extraídas,
Conferencia Internacional del Trabajo, 97.ª reunión, 2008, consultado el 19-06-2009)