¿Porqué seguir la vía del bilateralismo?
En teoría, el
bilateralismo simplifica las relaciones, dado que sólo se consideran los intereses de dos partes que pueden establecer claramente sus intenciones y dejar de lado las presiones de terceros. Sin embargo, rara vez esto es posible, debido a que generalmente los países deben responder ante un tercero por ciertos actos. Aún así, hay quienes defienden los acuerdos bilaterales como la única forma de llegar a un acuerdo satisfactorio.
Su aplicación
Aún hoy en día, el
bilateralismo sigue siendo una práctica aceptada para resolver algunos problemas. La Red Sindical Mundial de Investigación registraba, a fines del 2002, 1169 tratados bilaterales (49 por país, en promedio), sólo en ese año los países desarrollados firmaron 44 Tratados Bilaterales de Inversión (TBI). Los principales socios fueron países de Asia y el Pacífico, seguidos por países de la Unión Europea, Estados Unidos y Canadá. La UE ha firmado acuerdos con países de Europa Central y Oriental y del Mediterráneo, para el 2004 se vislumbraban mayores acuerdos con la adhesión de diez nuevos miembros y las próximas negociaciones de acuerdos de asociación económica entre la UE y los Estados Unidos.
Desde la década de los 80 los tratados bilaterales ya no tienen la fuerza que tenían antes, especialmente durante 1953 y 1973, dado que el multilateralismo se ha ido imponiendo como nueva norma de establecer tratados. Esto ha sido impulsado fuertemente por la OIT y la OMC, entre otros actores, con el fin de que el comercio a nivel mundial sea más justo para con los menos beneficiados, quienes muchas veces tienen que ceder frente a la presión que puede ejercer un país más poderoso que ellos. Sin embargo, no hay que olvidar que muchas veces los acuerdos bilaterales han jugado un rol fundamental al momento de pasar a acuerdos multilaterales, y según muchos expertos, el
bilateralismo ha sido la mejor forma de resolver asuntos difíciles con respecto a temas puntuales del comercio.
(adaptado de Vacca, P.,
Bilateralismo e integración. La nueva onda en el comercio mundial, Asociación de Estados del Caribe, 2007 y Ventura, V.,
Competitividad y acceso a los mercados: notas para discusión, CEPAL, consultados el 12-07-2010)
Sus efectos
El
bilateralismo ha sido, para algunos, el motor de la integración, tanto en los primeros tiempos de la Comunidad Europea entre Francia y Alemania, como en el Mercosur entre Argentina y Brasil. Para otros, el
bilateralismo es el enemigo de la integración, esta opinión es la que suelen tener los habitantes de los países pequeños, que sienten que sus intereses se erosionan en la medida que se bilateralizan las decisiones de una región.
Pero a pesar de las opiniones que cada parte interesada pueda tener sobre el tema, es innegable que los tratados bilaterales tienen efectos sobre el desarrollo económico de los países que los firman. En primer lugar, las empresas nacionales pueden obtener más beneficios de las empresas extranjeras así como un mejor acceso al mercado extranjero, y, a nivel general, se puede afirmar que muchas veces los consumidores pueden tener precios más bajos gracias a los acuerdos.
(adaptado de Alvarez, S.,
Comercio y economías periféricas: una aproximación a la Ronda de Uruguay y al sector agroalimentario, Universidad Complutense, 1998 y Quipukamayoc,
La integración económica y la transformación productiva en América Latina, Facultad de Ciencias Contables, Perú, 1998, consultado el 12-07-2010)