«Dentro del conjunto de políticas económicas dirigidas a los diversos mercados, hay restricciones que se imponen directamente al mercado laboral, las cuales afectan la generación de empleo. Estas son las
regulaciones del mercado laboral, como el manejo de la política de salario mínimo, la inamovilidad laboral y los impuestos a la nómina, son factores adicionales, que dependiendo del contexto de la ejecución de estas políticas, pudieran afectar la generación de empleo».
(Ochoa C., y J., Villegas ,
Mercado laboral en Venezuela,
Analitica.com, 2004, Venezuela, consultado el 02-12-2010)
Tipos de regulación del mercado laboral
Un primer tipo de
regulaciones del mercado laboral establece estándares mínimos para el trabajo asalariado (salario mínimo, horas extras, vacaciones, etc.). Otro tipo determina las condiciones de afiliación y contribución a la seguridad social y a otros servicios sociales. En conjunto, estos aspectos determinan el costo del empleo y la protección del trabajador. Pero los aspectos institucionales no sólo involucran lo establecido en los códigos, sino también las posibilidades reales de hacer cumplir las normas. Por ello, es importante, a la hora de estudiar las
regulaciones del mercado de trabajo, ir más allá de las estipulaciones nominales y enfatizar las condiciones reales (por ejemplo, ¿Se cumplen o no los niveles legales del salario mínimo?). El efecto de las regulaciones laborales sobre el empleo y el bienestar de los trabajadores ha sido ampliamente debatido. Algunos economistas argumentan que la flexibilización del mercado laboral involucra mayoritariamente aspectos redistributivos, mientras otros plantean que las regulaciones laborales implican pérdidas sustanciales de eficiencia y afectan adversamente la generación de empleo. Infortunadamente, la evidencia empírica disponible no es definitiva y la discusión pública al respecto tiende a ocurrir en un vacío empírico.
Los países pueden regular su mercado laboral, básicamente, de tres formas:
- No regular: dejar que el mercado se regule a sí mismo;
- Regular por medio de leyes, decretos y otros instrumentos legales;
- Dejar que la regulación se realice por medio de la negociación colectiva entre los sindicatos y las empresas.
(adaptado de Gaviria, A.,
Portafolio, 2002, Colombia, consultado el 03-08-2009)
Intervenciones del gobierno en la regulación del mercado laboral
«Las intervenciones gubernamentales en el mercado laboral no se limitan a estipular los salarios o las horas de trabajo, sino que además se encargan de las prácticas de contratación y despido, las reglas en el lugar de trabajo, la seguridad e incluso la clase de vocabulario que debe usarse. Las intervenciones además deciden, de diversas formas, cómo, con quién, dónde y cuándo trabajan las personas. El Gobierno también influye en la fijación de precios a través de la tributación y los privilegios del sindicalismo, en particular la negociación colectiva. Además, los gobiernos a menudo establecen sistemas de seguro social, tales como las pensiones.
¿Por qué intervienen los gobiernos en los mercados laborales? Generalmente se mencionan tres explicaciones posibles: (a) para lograr que el mercado laboral sea más eficiente, lo que implica mayores ingresos per cápita, (b) para obtener poderío político, o (c) como una consecuencia natural de los diferentes sistemas legales. Un estudio sobre 85 países realizado por Harvard en 2004 puso empíricamente a prueba las tres teorías y no encontró sustento para la teoría de la eficacia. Por el contrario, los investigadores demostraron que las regulaciones estrictas en el mercado laboral producen consecuencias adversas para el empleo. Pero sí encontraron sustento para otras explicaciones: una clara conexión entre las regulaciones elevadas y los gobiernos izquierdistas, y la evidencia sustancial de que los países con un origen legal poseen más regulaciones del mercado laboral que los países con derecho consuetudinario».
(Munkhammar, J.,
La necesidad urgente de libertad laboral en Europa, y en el mundo,
Índice de libertad económica 2007, The Wall Street Journal, 2007, consultado el 02-12-2010)
Regulación del mercado laboral y flexibilidad
«Según la teoría económica, las
regulaciones del mercado laboral encaminadas a proteger a los trabajadores contra los riesgos del desempleo, la vejez y la enfermedad, también pueden inhibir la eficiencia de dicho mercado y entorpecer el desarrollo de actividades que requieren mucha mano de obra. Las pruebas empíricas apoyan la afirmación de que las prestaciones que aumentan el costo de despido de los trabajadores, reducen los flujos del mercado laboral hacia distintos empleos, así como entre el empleo y el desempleo».
(Lora, E., y U., Panizza,
Globalización y reformas estructurales en América Latina: lo que funcionó y lo que no,
Revista Asturiana de Economía, no. 24, 2002, consultado el 02-12-2010)
«En su informe, la OIT afirma que no hay pruebas que corroboren la pertinencia de la solución más invocada cuando se trata de buscar una salida a la crisis del desempleo, a saber, la desregulación del mercado de trabajo. Aun cuando reconoce que en todos los países puede haber algunos aspectos de la
regulación laboral que necesitan ser reformados, sostiene que "es infundado partir del supuesto universal de que estas
regulaciones son siempre fuente de rigidez, y que la desregulación sea, por tanto, la solución óptima". Cierto es que, en muchos casos la desregulación del mercado de trabajo ha influido positivamente al estimular el aumento de la productividad y al redundar en una mejor protección de los trabajadores más vulnerables.
(Organización Internacional del Trabajo (OIT),
Persiste la crisis mundial del empleo, aumentan las desigualdades en las remuneraciones, no. 18, 1996, consultado el 03-08-2009)
La regulación del mercado laboral en América Latina
«Las políticas y
regulaciones del mercado laboral son parte de un amplio contrato social que necesita ser aplicado y promovido por los sectores público y privado. Esto incluye el cumplimiento de estándares ocupacionales y de seguridad, la administración de políticas y regulaciones laborales y la aplicación de estándares laborales principales, tales como el derecho a organizarse y la negociación colectiva. Los ministerios de trabajo y, en forma más general, las instituciones del sector público padecen de escasez de recursos, debilidad institucional y pobre preparación y bajos niveles de capacidad de su personal. El bajo nivel de aplicación de las regulaciones laborales contribuye a que las políticas laborales en la región sean inefectivas e ineficientes. Las mejoras de la productividad y de las capacidades de los trabajadores y los mercados laborales basados en el mercado no pueden funcionar sin la aplicación y la protección de derechos laborales y sociales básicos».
(Mazza et ál,
El BID y la creación de empleo en las Américas,
Cumbre de las Américas, Banco Interamericano de Desarrollo (BID), 2005, consultado el 02-12-2010)