«La
desregulación del mercado de trabajo es una característica importante de los programas de ajuste estructural. Hay una desregulación explícita, por la que las normas oficiales se ven menoscabadas o se las abandona por medios legislativos; y una desregulación implícita, por la que las normas restantes pierden eficacia porque no se aplican adecuadamente o se desvían sistemáticamente. Esa desregulación se basa en la creencia de que una excesiva intervención estatal en el mercado de trabajo, mediante medidas tales como la regulación de los salarios del sector público y las políticas de empleo, la fijación de un salario mínimo o las normas de seguridad en el empleo, es un impedimento importante al ajuste, por lo que debería eliminarse o flexibilizarse».
(Oloka-Onyango J., y Udagama, D.,
La mundialización y sus consecuencias para el pleno disfrute de los derechos humanos,
Consejo económico y social, ONU, 2000, consultado el 11-10-2010)