El
asalariado típico se caracteriza por estar contratado a tiempo completo en una sola empresa por un tiempo indefinido. Al mismo tiempo, la empresa es quien proporciona al trabajador el lugar de trabajo y medios para que el trabajador pueda avanzar en su formación, sea esta profesional o no. Una de las características más importantes del
trabajador típico es que su estabilidad laboral está asegurada por la ley, según los términos que se estipulen en el contrato que mantenga con su empleador. Este contrato suele ser de duración indefinida, y se rompe sólo por circunstancias excepcionales.
El trabajo típico es la forma más tradicional de trabajo, la cual ahora está siendo desplazada por otras formas de trabajo atípico, como el teletrabajo, el trabajo a domicilio y el trabajo temporal.
(adaptado de Garmendia, M.,
Derecho del trabajo y formación, Centro Interamericano de Investigación y Documentación sobre Formación Profesional, 2003, consultado el 10-11-2010)