La
carta compromiso con el ciudadano no genera nuevos derechos ni obligaciones, sino que ayuda al ciudadano a ejercer sus derechos, dotándolo de instrumentos para exigir las características comprometidas del servicio.
La
carta compromiso con el ciudadano tiene su origen en el programa Citizen´s Charter (Carta para el Ciudadano), que el Reino Unido desarrolló durante la década de 1990 para recuperar la confianza de la ciudadanía en las instituciones públicas. Resulta, asimismo, de la implantación de sistemas de calidad por parte de los gobiernos de Estados Unidos, Canadá, Francia, Bélgica, Irlanda, Noruega, Italia, España, India, Chile, Argentina y México.
Beneficios de la carta compromiso con el ciudadano
El estado puede implementar
estándares, mediante los cuales puede instrumentar y monitorear el desempeño de sistemas de gestión de calidad, además de
informar sobre diversos aspectos de la institución, entre los cuales se destaca la
atención que entrega el servidor público. Por su parte, el ciudadano puede dar razones acerca de por qué
elegir ciertas instituciones públicas y conocer con qué opciones cuenta Igualmente, se puede informar de los problemas que pudieran surgir en sus trámites y saber si el valor por lo que paga corresponde, lo que viene a ser el resultado entre la eficacia, la economía y la rapidez del procedimiento que se realiza en la institución pública.
Requisitos de una carta compromiso con el ciudadano
Los requisitos imprescindibles de una
carta compromiso con el ciudadano son: información acerca del servicio, su finalidad, características y vigencia; dónde y cómo tramitarlo; responsabilidades del ciudadano; requisitos y costos; compromiso del servicio; acciones en caso de incumplimiento; compromisos de mejora; responsables suscriptores del compromiso e información complementaria.
(adaptado de la Organización de Estados Americanos (OEA),
Gobierno electrónico y cartas compromiso con el ciudadano (CCC), consultado el 04-06-2009)