La globalización y la reestructuración de la economía fomentan formas flexibles de empleo, muchas de las cuales quedan al margen de la legislación laboral y de la protección social y se caracterizan por unos ingresos modestos y un alto grado de inseguridad. Esas tendencias afectan tanto a los hombres como a las mujeres, pero éstas son más vulnerables.
Esta reestructuración económica también implica una reestructuración de las empresas, las cuales ahora definen su propio perfil del
trabajador flexible. Por esta razón, es difícil incorporar a los
trabajadores flexibles en la legislación o establecer su posición dentro de los sindicatos, puesto que cada
trabajador flexible tiene una situación laboral particular, lo cual dificulta aun más que se normalice su situación.
(adaptado de la Oficina Internacional del Trabajo (OIT),
Memoria del director general: Trabajo decente, Reunión 87, 1999, consultado el 08-11-2010)
«Un
trabajador flexible puede ser también el trabajador comprometido, puesto que le es más fácil ser rotado en la propia empresa y asumir nuevas tareas y actividades en la medida en que la adaptación de la empresa a los entornos y a los mercados lo vaya requiriendo. El
trabajador flexible no solo es eso, ni principalmente el que puede cambiar de trabajo con relativa facilidad. Más importante aún: es el trabajador que puede asumir rápidamente la mayor parte de la división de tareas dentro de su empresa y readecuarse a los cambios de perfil que la competencia le impone a esta última. Esto, por cierto, reduce la conveniencia y las ventajas del despido como forma de aumentar la competitividad. De hecho, resulta mucho más competitiva aquella empresa dotada
de trabajadores flexibles, que pueden "reinventar" su trabajo, que aquella de trabajadores especializados y rígidos para quienes solo existe la alternativa del empleo en una determinada posición o, en su defecto, el despido».
(Oficina Internacional del Trabajo (OIT),
La gobernabilidad democrática y el problema del empleo en la subregión andina, Seminario Regional Andino, 2005, consultado el 22-06-2009)